En la Fiesta de la Visitación y en Vísperas de una Visita Papal
LEON, SPAIN - JULY 17, 2014: Stained glass window depicting the Visitation, the visit of Mother Mary with Elizabeth in the cathedral of Leon, Castille and Leon, Spain.
¡Saludos en esta fiesta de la Visitación!
Hoy me resulta apropiado compartir una buena nueva con ustedes, amigos, peregrinos y pares discerning deacons…¡Estoy embarazada!
Felipe (esposo de Casey) y Casey junto con sus hijos Teddy (8) y Micaela (10) reciben una bendición en la liturgia de clausura de la peregrinación. Foto de Arumi Ortiz
En nuestra casa, esto es motivo de gran alegría y expectativa. Mis hijos próximos a cumplir 11 y 9 años están pendientes de la evolución del bebé y esperan con impaciencia el día en que puedan sentir sus pataditas.
Mi instinto es buscar a las mujeres sabias de mi vida que pueden ver y nombrar el poder de Dios que actúa en mí y en nuestra familia en esta etapa.
Por eso me consuela recordar en el Evangelio de hoy el viaje que hace María para visitar a su prima Isabel, un encuentro que la inspiró a cantar su profético Magnificat, que cada día proclamamos en la oración vespertina.
Mi propia buena nueva se siente magnificada en lo que se está desarrollando en nuestra Iglesia esta semana:
Hoy, el Papa Francisco nos invita a unirnos como hermanos y hermanas en todo el mundo, a reunirnos en santuarios marianosy a poner todo el proceso sinodal bajo la protección de María, Madre de la Iglesia.
Les recomiendo esta entrevista con Patricia Gualinga, vicepresidenta de CEAMA , quien comparte su trabajo con las comunidades indígenas que luchan contra las empresas extractivas, y menciona las principales preocupaciones que cada una de las mujeres de la delegación están trayendo de sus comunidades al reunirse con el Papa Francisco esta semana..
El Arzobispo Roque Paloschi de Porto Velho, Brasil, que nos acompañó en nuestro viaje sinodal en la Ciudad de México, ofrece una reflexión conmovedora para el Evangelio de hoy que escribió para nuestra síntesis de peregrinación::
"En el Magnificat, María alaba las maravillas de Dios en su vida: ‘El Señor ha hecho cosas maravillosas por mí;’ reconoce su poder liberador, anuncia y denuncia: ‘Colma de bienes a los hambrientos y despide a los ricos con las manos vacías’, se pone al servicio de toda la humanidad, llevando en su seno la fuerza misma de la vida, el Dios liberador. En su seno lleva al Hijo de Dios, Jesucristo en toda su humanidad y divinidad".".
Las peregrinas Lisa Amman y Jane Cavanaugh se abrazan fuera de la Basílica Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. Foto de Arumi Ortiz
Cincuenta y seis peregrinos de todas las Américas viajaron juntos en el tiempo liminal entre el proceso de escucha y la síntesis continental que reunió las voces del pueblo de Dios de todo el mundo en "Ensancha el espacio de tu tienda.”
Fuimos a la Ciudad de Méxicopara depositar nuestras propias ofrendas ante Nuestra Señora de Guadalupe, y para pedirle que guíe a la Iglesia en su búsqueda de nuevos caminos para reconstruir la confianza, para ser la voz de los pobres, y para vivir la misión de Jesús en el mundo. Como resume el arzobispo Paloschi:
"Maria, Madre invocada con tantos nombres, Madre del Amazonas, Madre de los Peregrinos, Madre de los Refugiados, Madre de las Dolores, Madre de los Pueblos Originarios y Madre de las Américas. Maria, Madre del cielo morena, Nuestra Señora de Guadalupe, profetisa de la esperanza y de un nuevo amanecer, ayúdanos a reconocer la fuerza, el don y la diaconía de las mujeres en la Iglesia”.».
Otra imagen de "visitación" y "encuentro" entre generaciones... cuando Arumi Ortiz y Elizabeth Roman se abrazan tras rezar ante la Tilma.
Continuamos fervientes en la oración, encomendando a la Hna. Laura Vicuña Pereira Manso, Patricia Gualinga, y Yesica Patiachi para que sean protegidas bajo el Manto de María. Que sepan que no caminan solas al llevar la sabiduría y la experiencia de las periferias al centro. Abriendo un espacio de encuentro mientras reflexionan sobre la ministerialidad de las mujeres, la diaconía que las mujeres ya ejercen para la vida de la Iglesia, y el camino a seguir para recibir más plenamente los dones que las mujeres traen para servir a todo el Pueblo de Dios.
“I have been blessed with women who have shared their many gifts with me. They have broken open Scripture for the people of God with their own perspective and insight. They have shown ways of leading which empower and confirm the value of each individual person. They have offered perspectives and visions of the Spirit’s call to live God’s love for all.”
Don Highberger, SJ
University Campus Minister and Hospital Pastoral Minister, St. Louis, MO
“If I could be ordained a deacon, the people would hear the Good News preached with authority at the pulpit and in the world. For me personally, it would feel like the ability to serve in the manner in which God has put on my heart to serve. As a minister of the word, liturgy and charity, I would preach the word to inspire others to love God and their neighbor. I would continue to bring communion to the sick and imprisoned, but I would also free our priests by taking on some baptisms, weddings, and funeral services that are outside of the Mass. It would feel like the fullness of what I was meant to do.”
Theresa Shepherd-Lukasik
Director of Adult Faith Formation, St. Joseph Parish, Seattle, WA
“And when I get antsy waiting, as I often do, I remember the women I met who showed me that the ‘not yet’ is an “already.” Women deacons have existed and continue to exist. Someday, I may be one of them.“
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