Testigos
"Serán mis testigos".
(Hechos 1, 8)
El proceso preparatorio del Sínodo de los Obispos de la Amazonia contó con la participación de 87,000 personas que dieron testimonio de sus lamentos, esperanzas y sueños para sus comunidades y la Iglesia que aman.
En el sínodo en Roma, los obispos afirmaron repetidamente que las mujeres ya están haciendo el trabajo de diáconos en la región, y pidieron que este ministerio sea visto y reconocido.
El sínodo pidió formalmente compartir sus "experiencias y reflexiones" con una comisión papal sobre las mujeres y el diaconado, y el Papa Francisco respondió inmediatamente, diciendo:
"Recojo el desafío. Recojo el guante. Las mujeres han puesto un cartel: 'Por favor, escúchanos. Que se nos escuche'. Y recojo el guante".
Aquí nos reunimos para escuchar a las mujeres que sirven en el ministerio hoy y que están listas para ser recibidas como diáconos en la Iglesia. También compartimos oraciones y esperanzas para el discernimiento de nuestra Iglesia, mientras buscamos dar un testimonio colectivo del movimiento del Espíritu Santo.
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Testigo
"[Espero que la Iglesia ordene mujeres al diaconado] para aportar un testimonio y una expresión más amplios de la vida, el amor y la presencia de Dios al pueblo de Dios. Las voces y el liderazgo de las mujeres sanarán, animarán y potenciarán las vidas de hombres, mujeres y niños. Provocará una nueva comprensión de la vocación eclesial y enriquecerá la vida familiar católica".
Deedee Van Dyke
Capellana Católica en Joliet, Illinois
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Testigo
"La primer Apóstol fue una mujer, María Magdalena. Ella sigue siendo hoy una torre de fortaleza para las mujeres en el ministerio. Si se ordenaran más mujeres al diaconado en la Iglesia Católica Romana, creo que tendríamos homilías más significativas y espiritualmente enriquecedoras, y nuestras liturgias acogerían y darían la bienvenida a todos a la mesa eucarística."
Sonja Grace
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Testigo
"Si fuera ordenada diácono, no sería un medio para alcanzar un fin, sino más bien una invitación continua a un camino más profundo y amplio con Cristo. A los diáconos se les pide que se hagan más visibles como manos al servicio de la Iglesia. Responder a tal vocación sería un tesoro, una profundización de mi vida de fe interior enriquecida por las experiencias exteriores de ministerio y servicio. Tanto el camino interior como el exterior se convierten en un anhelo de buscar y conocer al Cristo al que estamos llamados a servir."
Nina Laubach
Estudiante, Programa de Doctorado en Divinidad, Seminario Teológico de Princeton
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Testigo
"El cincuenta por ciento de las voces de la Iglesia no se escuchan desde el púlpito. Esto frustra la labor del Espíritu Santo. La Iglesia está mal atendida a causa de ello".
Joe Crotty
Laico, voluntario de la Fundación Hermano Benno, Oceanside CA.
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Testigo
"Como mujeres seguimos abriendo posibilidades para compartir nuestros dones en esta iglesia que amamos. Nos basamos en el testimonio de las mujeres líderes de la Iglesia que siguieron a Cristo - desde María Magdalena y las primeras diaconisas hasta nuestros días."
Catherine Murray, OP M.Div/LCSW
Primera Consejera Hermanas Dominicas de San Rafael
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Testigo
"No estoy segura de estar realmente llamada a ser diácono, pero incluso la oportunidad de tener una plataforma frente a una parroquia durante la misa sería una revelación para la gente, especialmente para las personas que sufren discriminación de género. La Iglesia empezaría a vivir una versión más auténtica de la universalidad".
Katie Laskey
Contemplative Leaders in Action - DC Cohort 2021-23
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