Lo que más anhelaba era el canto.
Después de dos años de silenciarnos en Zoom mientras Claire Hitchins nos guiaba con la guitarra, estaba ansiosa por las armonías, las rondas, la sensación de voces vibrando y haciendo eco en una habitación.
Y, sin embargo, dudaba, preguntándome cómo salvar las distancias del idioma, la cultura y la ubicación social de los 55 peregrinos reunidos en Ciudad de México procedentes de 14 estados y 5 países. ¿Podremos cantar las canciones del otro? ¿Hasta qué punto podremos establecer una conexión real? Pero mis temores se disolvieron con las primeras líneas de Gigliane
durante la misa de encuentro, mientras celebrábamos un rito amazónico inculturado. No hacía falta conocer el significado de toda la letra en portugués para entrar en un tiempo de momento kairós La. música se convirtió en uno de los muchos puentes a lo largo de los encuentros. Un Dios trinitario ofrecido como don: presente en la cantante, en la canción, en el sonido que se elevaba en la sala.
Cinco días hermosos, repletos y luminosos resultaron ricos en conversaciones y encuentros, comidas deliciosas, liturgias inspiradoras y la sabiduría de las palabras de las mujeres gloriosamente proclamadas. El tiempo que pasamos cantando juntas dio la sensación de crear y revelar la comunión que emerge y se despliega. Aprender nuevas canciones se convirtió en una forma de profundizar en nuestra oración compartida y en el aprecio por las culturas que nos han formado.
Gigliane Gomes Leite sings at the gathering mass on August 31st in Mexico City
oración compartida y en el aprecio por las culturas que nos han formado.
Ofrecimos un intercambio personal sobre el papel de María en nuestros dispares itinerarios de fe, y luego pasamos a aprender del humilde maestro, el Padre Eleazar López Hernández, sobre el significado de acercarse a Nuestra Señora de Guadalupe desde la perspectiva de la teología indígena. Guadalupe -o como se llamaba a sí misma en náhuatl, Coatlaxopeuh- no es una estatua estática, sino la imagen de una mujer que baila, que se mueve, que aplaude, que mueve el pie al ritmo de un canto sagrado.
Ven con Nosotros-cantamos-Ven con nosotros al caminar, Santa María, ¡Ven!
Para quienes no conozcan o no hayan escuchado este conocido himno, la letra es una oración profunda y profética.
Mientras recorres la vida / Tú nunca solo estás / Contigo por el camino
Aunque te digan algunos / Que nada puede cambiar / Lucha por un mundo nuevo / Lucha por la verdad
Si en el mundo los hombres / Sin conocerse van / No niegues nunca tu mano / Al que contigo está
Aunque parezcan tus pasos / Inútil caminar / Tú vas haciendo camino / Otros lo seguirán
Esta Guadalupe danzante e indígena le da valentía a Juan Diego al enfrentarse a poderosos intermediarios y guardianes. Le asegura que no los enfrenta solo, y así también nos lo asegura a nosotros cuando cantamos: ven con nosotros, lucha por un mundo nuevo.
Concluimos con el himno oficial de la asamblea del CEAMA, una melodía pegadiza que se aprende mejor con este maravilloso vídeo (¡y una banda completa!). Doris nos guió en los movimientos de danza correspondientes, ayudándonos una vez más a llevar todo nuestro cuerpo a la adoración, mientras cantamos que todos estamos llamados a ser discípulos misioneros en el camino: siempre en marcha, y sin llegar jamás. Y así rezamos en este Año de Santa Febe, para estar abiertos a la llegada del momento kairós, el tiempo de Dios: ampliando nuestra visión, ensanchando el camino, fortaleciendo nuestros pasos en una danza sagrada y cósmica.