Los santos testimonios de Marta, María, María Magdalena y la mujer sirofenicia

Foto por Aaron Burden en Unsplash https://unsplash.com/photos/fgmf2Eyrwm4

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Saludos durante estas semanas de verano. Espero que les brinden la oportunidad de disfrutar de los parques, las piscinas, las playas o las montañas, de reencontrarse con la familia y los amigos, o de dedicarse a un pasatiempo divertido a la espera de su ritmo más lento.

Esperábamos poder compartir nuestro informe de síntesis esta semana y nos disculpamos por su retraso, ya que un miembro de nuestro equipo de diseño tuvo que atender las urgencias de salud de unos familiares. Gracias por sus oraciones para la sanación necesaria. Estamos aprovechando este tiempo para traducir la síntesis al español y esperamos compartir pronto las versiones en ambos idiomas.

Sobre Nosotros boletín de esta semana

La lectura del Evangelio del domingo destacó la tensión entre las hermanas Marta y María sobre la "diaconía", el servicio. Es un texto interesante y de múltiples capas para contemplar, y en nuestra sección de predicación a continuación presentamos un par de reflexiones, una de la Dra. Susan McGurgan en Catholic Women Preach y otra mía propia, en U.S. Catholic (videos a continuación, en inglés). 

Esta semana nuestra Iglesia celebra la fiesta de Santa María Magdalena, y les invito a que se unan a mí para reflexionar sobre cómo el testimonio sagrado de Marta, María, María Magdalena y la mujer sirofenicia sigue influyendo en nuestros propios tiempos mientras discernimos el llamado del Espíritu Santo en la actualidad.

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Ser testigos
“I have been blessed with women who have shared their many gifts with me. They have broken open Scripture for the people of God with their own perspective and insight. They have shown ways of leading which empower and confirm the value of each individual person. They have offered perspectives and visions of the Spirit’s call to live God’s love for all.”
Don Highberger, SJ
University Campus Minister and Hospital Pastoral Minister, St. Louis, MO
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Ser testigos
“If I could be ordained a deacon, the people would hear the Good News preached with authority at the pulpit and in the world. For me personally, it would feel like the ability to serve in the manner in which God has put on my heart to serve. As a minister of the word, liturgy and charity, I would preach the word to inspire others to love God and their neighbor. I would continue to bring communion to the sick and imprisoned, but I would also free our priests by taking on some baptisms, weddings, and funeral services that are outside of the Mass. It would feel like the fullness of what I was meant to do.”
Theresa Shepherd-Lukasik
Director of Adult Faith Formation, St. Joseph Parish, Seattle, WA
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Ser testigos
“And when I get antsy waiting, as I often do, I remember the women I met who showed me that the ‘not yet’ is an “already.” Women deacons have existed and continue to exist. Someday, I may be one of them.“
Julia D’Agostino, MDiv
Theology Student, ThM Candidate

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