Pat Ball, Guest Contributor for Discerning Deacons
La semana pasada fue una semana muy emocionante y enriquecedora para mí. Sentí al Espíritu Santo rondando y susurrando de muchas maneras, algunas de las cuales han sido asombrosas.
Sentí el Espíritu en mis huesos el día que leí en el National Catholic Reporter que la Universidad Loyola de Chicago había programado un foro de Zoom en el que el Papa Francisco se pondrá en contacto con los jóvenes para escuchar sus pensamientos y sentimientos sobre el futuro de la Iglesia el 24 de febreroDiscernir la DiaconíaLea más sobre el tema aquí.
Participé en el retiro de apertura para los animadores sinodales de Discerning Deacons, lo que incrementó mi percepción del momento histórico en el que nos encontramos, al reunirnos de más de 50 diócesis de los EEUU y de todo el mundo. Pudimos sentir que el Espíritu Santo nos invitaba a comprometernos con otros, y me sentí agradecida de poder conectar el trabajo de animación de DD con lo que hemos estado haciendo en mi propia parroquia en Baltimore, Maryland.
Durante las últimas semanas, nuestro equipo parroquial de San Vicente ha estado enviando semanalmente un boletín de noticias del sínodo que incluye reflexiones de nuestro equipo de planificación del sínodo y dos veces por semana indicaciones de oración, que invitan a los feligreses a rezar y a enviar respuestas de forma anónima. También hemos enviado una encuesta a todos los contactos de la parroquia en la que solicitamos opiniones sobre el estado actual y futuro de la Iglesia. Nos hemos comunicado con todos los feligreses y antiguos feligreses, incluyendo niños, jóvenes adultos, personas mayores, LGBTQ+ y sin hogar. Hemos ofrecido sesiones de escucha y/o entrevistas individuales y hemos obtenido una respuesta abrumadora. ¡La gente está lista para ser consultada!
Organizamos también nuestra primera sesión de escucha para quienes decidimos ser facilitadores y escribas en este proceso. Tras meses de preparación, discernimiento y la contratación de un consultor para que nos ayude en este proceso, se nos dio esta oportunidad de compartir nuestros propios pensamientos y sentimientos con los consultores como facilitadores. Esto no sólo nos dio la oportunidad que no habríamos tenido de otra manera debido a nuestro papel de facilitadores, sino que nos dio la oportunidad de experimentar el proceso que íbamos a facilitar.
Los consultores utilizaron 4 herramientas para facilitar la conversación. Dos eran visuales y dos verbales. Una visual era un collage que permitía a los participantes identificar una imagen que les hablara de la iglesia o de su relación con ella. La otra pedía a los participantes que dibujaran cómo veían la iglesia en el pasado, en el presente y en el futuro. Los dibujos no se mostraban, sino que se hablaba de ellos. Las dos herramientas verbales utilizaron historias o citas que los feligreses habían presentado como parte de las encuestas o de las pautas de oración a las que habían respondido. Los participantes podían responder y hablar de cómo se sentían al respecto. La noche siguiente, los consultores nos proporcionaron formación para llevar a cabo nuestras sesiones de escucha.
Para animar a otras parroquias de nuestra archidiócesis –algunas de las cuales aún no están comprometidas en este proceso lleno de Espíritu– me he puesto en contacto con nuestro obispo auxiliar. Él es el coordinador de este proceso y, junto con los miembros de mi parroquia, vamos a encontrar la manera de llegar a aquellos cuyas parroquias no han iniciado su propio proceso.
Me considero muy bendecida por formar parte de esta parroquia y de Discerning Deacons y me encuentro increíblemente esperanzada en este momento.
Con esperanza y gratitud,
Pat