Mujeres Diáconos y el Consejo Plenario de Australia

St. Mary's Cathedral, Sydney Australia - Photo by Phillip Flores on Unsplash

Después de una crisis, hay una nueva visión. Hemos llegado a un punto de inflexión en Australia, y no hay vuelta atrás. El Consejo Plenario de Australia, la máxima asamblea de toma de decisiones de nuestra Iglesia, podría haber sido un simple ejercicio de aprobación de mociones que se habían discernido tras años de consultas guiadas por el Espíritu. Pero, de hecho, se convirtió en una perturbación dirigida por el Espíritu en la última y decisiva etapa, para finalmente llegar a una resolución.

Lo que ocurrió la semana pasada fue la culminación de cuatro años y medio de "escucha y diálogo" seguidos de "discernimiento" sobre la pregunta básica: "¿Qué nos pide Dios como Iglesia en Australia en este momento?" La primera fase de presentación recogió las respuestas de más de 220.000 personas en nuestro país. Las respuestas individuales no se hicieron públicas, sólo un informe, pero aparentemente un número muy alto de ellas mencionó a las mujeres y sus roles como un tema importante para nuestra Iglesia. La segunda fase de presentación recogió miles de respuestas tanto a nivel nacional como local, divididas en seis temas inspiradores. 

El año pasado, en octubre, los miembros designados se reunieron virtualmente para la primera fase de "celebración" del Consejo. Escucharon y debatieron al estilo sinodal, dando lugar a documentos y propuestas concretas de actuación para el futuro. Al mismo tiempo que los miembros se reunían en el Consejo, se puso en marcha nuestro propio movimiento de Católicos Australianos Explorando el Diaconado, con el blog Liturgy on the Margins(Liturgia en los Márgenes, página en inglés). Para nuestra alegría, las mujeres y el diaconado se convirtieron en un tema de conversación en el Consejo, y se propuso considerarlo en las mociones de la asamblea final.

Pues bien, la asamblea final se celebró la semana pasada en Sidney. Se presentaron varias mociones sobre el "Testimonio de la igualdad de dignidad entre mujeres y hombres". Ya habían sido objeto de muchas enmiendas, y parecía que iban a ser controvertidas. Sobre todo el punto de "considerar" o "apoyar" a las mujeres diáconos. Este martes 5, estas mociones se sometieron a consideración del Consejo, para volver a ser redactadas, y luego se realizó una votación consultiva. Pero el miércoles, los obispos, que celebran la votación deliberativa, no obtuvieron una mayoría suficiente en ninguna de las dos mociones resultantes.

Esta fue la crisis. El riesgo era que no se dijera nada en absoluto sobre la dignidad de la mujer en el documento final del Consejo Plenario. Los más de 60 diputados, mujeres y hombres, se quedaron en silencio a un lado de la sala, conmocionados. El proceso quedó en suspenso y toda la asamblea decidió seguir trabajando en las mociones a lo largo de la semana. Sin embargo, para entonces el daño ya estaba hecho. Muchas mujeres y sus partidarios estaban dolidos y apenados.

Pero la historia no terminó ahí. El viernes se votaron nuevas mociones y la buena noticia es que... ¡se aprobaron! Aunque se introdujeron algunos cambios y se atenuó el tono, el documento final dice: "en caso de que el derecho universal de la Iglesia se modifique para autorizar el diaconado para las mujeres, el Consejo Plenario recomienda que los obispos australianos examinen la mejor manera de aplicarlo en el contexto de la Iglesia en Australia"

Así que este es un momento de esperanza. El diálogo está ocurriendo, y se ha destacado aún más por la interrupción y la resolución llena de Espíritu. Se han escuchado voces y hemos visto lo que sucede cuando un grupo diverso de fieles comparte la sala con aquellos cuyos votos cuentan. En Australia, nos gustaría ofrecer nuestro pequeño paso adelante al resto del mundo, y nos gustaría agradecer a todos los que han formado parte de este viaje.

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Elizabeth Young

escribe un blog sobre el ministerio diaconal australiano, Liturgy on the Margins (Liturgia en los Márgenes, blog en inglés). Profesó como Hermana de la Misericordia en el 2010. Tiene una licenciatura y un máster en Teología y ha ejercido su ministerio con jóvenes, en cárceles, parroquias y residencias de ancianos.

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Ser testigos
“I have been blessed with women who have shared their many gifts with me. They have broken open Scripture for the people of God with their own perspective and insight. They have shown ways of leading which empower and confirm the value of each individual person. They have offered perspectives and visions of the Spirit’s call to live God’s love for all.”
Don Highberger, SJ
University Campus Minister and Hospital Pastoral Minister, St. Louis, MO
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Ser testigos
“If I could be ordained a deacon, the people would hear the Good News preached with authority at the pulpit and in the world. For me personally, it would feel like the ability to serve in the manner in which God has put on my heart to serve. As a minister of the word, liturgy and charity, I would preach the word to inspire others to love God and their neighbor. I would continue to bring communion to the sick and imprisoned, but I would also free our priests by taking on some baptisms, weddings, and funeral services that are outside of the Mass. It would feel like the fullness of what I was meant to do.”
Theresa Shepherd-Lukasik
Director of Adult Faith Formation, St. Joseph Parish, Seattle, WA
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Ser testigos
“And when I get antsy waiting, as I often do, I remember the women I met who showed me that the ‘not yet’ is an “already.” Women deacons have existed and continue to exist. Someday, I may be one of them.“
Julia D’Agostino, MDiv
Theology Student, ThM Candidate

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